La planta que te ofrece floración continuada durante todo el año.
El ciclamen se encuentra entre las más bellas plantas de flor y es perfecta tanto para interior como para exterior. Esta planta generalmente florece en otoño e invierno, aunque depende de las condiciones de cultivo y la variedad de Ciclamen. Si vives en una zona de clima templado, no te vas a quedar sin ver sus flores en forma de corazón, ya que también puede florecer en primavera.
Si eres amante de esta planta y va a ser tu próxima adquisición debes saber que no te va a pedir mucha atención, más allá de las pautas básicas que necesita para mantener sus flores durante los meses de frío. ¡Vamos a ello!
El ciclamen es una planta de interior muy popular por su capacidad para alegrar los espacios durante los meses de invierno, cuando pocas plantas están en flor. Originario de regiones mediterráneas como Grecia y Turquía, el ciclamen pertenece a la familia de las Primuláceas y se caracteriza por sus flores vibrantes que parecen mariposas en miniatura, emergiendo en tonos que van desde el blanco hasta el rosa intenso, el púrpura y el rojo. Además, sus hojas en forma de corazón, a menudo con marcas plateadas, añaden un atractivo visual incluso cuando la planta no está en flor.
El cultivo del ciclamen requiere algunos cuidados específicos para garantizar su salud y longevidad. Esta planta prospera en ambientes frescos y bien ventilados, por lo que es recomendable mantenerla en una habitación fresca, lejos de fuentes de calor directo como radiadores o estufas. El riego es crucial para el ciclamen: debe realizarse con moderación, preferiblemente desde la base de la maceta para evitar mojar las hojas y el centro de la planta, lo que podría causar pudrición. Un suelo bien drenado y ligeramente ácido también es ideal para mantener las raíces en buenas condiciones.
Cuidados y mantenimiento del cyclamen
→Luz y ubicación: No la sometas a la exposición solar directa. En condiciones frescas, con luz y ventilación, el Ciclamen permanece en flor durante más tiempo y presenta un aspecto más vital.
→Temperatura ideal: La temperatura ideal es entre 13-18 ºC. Ten en cuenta que, si el ambiente es demasiado caluroso y seco, las hojas amarillearán. Como muchas otras plantas, el Ciclamen no soporta las corrientes de aire frío ni los cambios bruscos de temperatura.
→Riego: El riego debe ser moderado y por inmersión. Hay que mantener el sustrato siempre húmedo, pero eliminando los excedentes de agua. Otro dato a tener en cuenta es la temperatura del agua, es importante que esté templada.
→Abono: Puedes ayudar a tu ciclamen con algo de abono líquido, pero hazlo solo cuando la planta esté empezando a desarrollar los botones de flor.
El ciclamen no solo es apreciado por su valor decorativo, sino también por su capacidad para florecer en invierno, brindando un toque de color en una época del año en la que muchas otras plantas están en reposo. Con un poco de atención, esta planta puede florecer durante varias temporadas. Después de la floración, es recomendable permitir que el ciclamen entre en un período de descanso reduciendo el riego y colocándolo en un lugar fresco y sombreado. Tras este descanso, con los cuidados adecuados, la planta puede resurgir y volver a llenar de vida y color tu hogar.
Belleza y color dentro y fuera de casa. ¡Todo el año!