Una forma barata de fabricar abono es utilizar los desechos orgánicos que generamos cada día en nuestro hogar y de paso contribuimos a cuidar el medio ambiente. ¡Esto es genial! Así que, todos los que tenéis huerto y os interesa la preservación del medio ambiente, seguro que vais a seguir leyendo este artículo.
Para nosotros, la manera más fácil y práctica de hacer compost casero es usando los posos de café. ¿Verdad o leyenda? poco pierdes por probarlo. Si sueles tomar café por las mañanas, ¡no lo tires!, te servirá para que tus plantas estén fuertes y protegidas de plagas e insectos.
El poso del café es rico en minerales, fósforo, potasio y nitrógeno. Posee un PH neutro que es muy beneficioso para tus plantas. Es un buen complemento natural, aunque no sustituye al abono profesional. Un consejo, ¡no abuses!, no debe comprender más del 20% del compost porque en caso contrario, podría tener un impacto negativo.
El abono con los restos de café lo podemos preparar de dos formas: sólida y líquida.
¿Cómo preparar el compost casero de café?
>Cada mañana cuando limpies la cafetera retira el poso del café y extiéndelo en un papel absorbente y deja que se seque por completo. Esto evitará que crezcan hongos o acabe pudriéndose.
>Cuando esté bien seco puedes trasladarlo a un recipiente de vidrio o a un tupper.
>Vierte el poso directamente sobre la tierra, debes hacerlo siempre alrededor de la planta y nunca junto al tallo.
Para la forma líquida, introduciremos el poso de café en una botella con agua, preferiblemente de lluvia y lo dejaremos reposar mínimo dos días, es importante no poner el tapón ya que la mezcla fermentará. Pasado este tiempo ya podremos utilizar el abono líquido.
